jueves, 1 de mayo de 2014

Creo.





En la tortuga que despierta del invierno
y escapa por un roto de la malla,
en la espiga de trigo asomando
por la mediana de una carretera,
en la gallina desplumada y ronca
picando por las calles de la ciudad,
en todas ellas creo,
porque están ahora mismo
donde era imposible,
y crecen, huyen y cacarean
en este momento
y en este lugar
en que lo único posible

es morir.