domingo, 3 de junio de 2012

En la puerta del banco.



08’25. Señora, usted y yo hemos llegado pronto.

08’26. Es fea la vida, me dice sin más.
(La  vida parece un objeto que usted se saca del monedero. Un objeto gastado y pequeño que la ha decepcionado, como ese regalo de boda que resultó ser un jarrón o un cuadro horrible).


08:30. La vida sigue ahí  sostenida entre usted y yo.
(Delante de las puertas que aún no se abren, en ese segundo en que sus párpados marrones no pueden seguir cerrados, ni su boca casi transparente puede evitar una mueca como la que se hace cuando nota que ese olor  viene de la mierda que ha pisado usted misma en la calle).


08:32. ¿Y si estuviera  mirando a la muerte?
(Intento saber hacia qué parte de la vida está mirando cuando suelta ese adjetivo tan breve, usted que ha vivido tan largo y tan conforme. Mujer de su casa, de sus hijos, de su marido, de su iglesia, de su camino diario hasta el mercado).


08.33. El empleado calvo espera iluminado por los focos.
(Él nunca le sonreiría a nadie si no fuera necesario, y menos a usted, señora que aprieta el monedero vacío bajo el pecho camino de la caja, ¿avergonzada?).


08.34. Oiga, le digo sin voz, hágase cargo: Mire lo que ha dejado en mis brazos, huérfana, agonizando como siempre, una cosa fea que yo no quiero llevarme a casa.


08.35. Usted cierra el monedero, y casi sonriendo, desaparece.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Como si el peligro estuviera en las palabras 2



"Me contó un marino que en Socotra moraba el Anja, 
el Ave Roc, el pájaro gigante de Simbad que apresaba elefantes 
y se los llevaba al nido.Quizás fuera el ave Fénix de los griegos y romanos; 
el Simurg de los persas. Esa misma ave, aseguraban en las costas del Zufar, 
cogía a los niños y alimentaba con ellos a sus crías".
Jordi Esteva: Socotra, la isla de los genios.  Atalanta,  2011.


No les contéis 
que existen las aves gigantes,
porque no es bueno que pasen miedo.
Dejad a las niñas dormir,
irán a la escuela dormidas
y dormidas serán devoradas
en el camino de vuelta.
No digáis esa palabra que las saca del sueño.
Alejadlas de las ventanas.






martes, 22 de mayo de 2012

Como si el peligro estuviera en las palabras.




No habléis ni de lobos ni de muertos no contéis tristezas a las niñas no les robéis el sueño y el candor...



Y sin embargo, ellas también miraban en las aguas,
aun a riesgo de comprender de un solo relámpago,
                         antes de que las apartasen de la ventana.


jueves, 10 de mayo de 2012

Ensayo general.





Estas leyendo, por ejemplo,
y tu mano busca una entrada,
la blusa abierta,
para  tus dedos perdidos.
Esos dedos que ya andan
solos,
en un valle sin nombre al que recurrir,
entre tu hombro y tu pecho
ahora que tus ojos están en el libro,
acarician una piel
tan suave
que recuerdas el calor de las cerezas,
y en seguida imaginas
cuánto podría sentir yo
que aun no te he tocado.

domingo, 6 de mayo de 2012

Aprendiendo del mundo.


1.
Curiosa y hambrienta,
como una raíz en el suelo,
en silencio
te busco.

2.
A la ida y a la vuelta
mis ojos se abrazan
a la panza rota del conejo en el arcén,
macabro presente sobre la línea blanca.
Es mensaje en clave
esa insignificante muerte diaria,
una masacre diminuta de topos, erizos y palomas,
recado horrible de lo vivo,
insoportable,
que siempre huye por la rendija de las palabras.

martes, 1 de mayo de 2012

Razones de hoy para no enamorarme de mañana.


                Para Lucía.


-Mañana está verde, muy verde,
y parece amarga.

-Hoy he pasado el día buscando azúcar,
sabiendo que no hay azúcar que apague el sabor a hierba.

-Ayer me caí de la bici:
quién sabe si mañana
me caeré de un tren, de un barco, de un olivo.

-No lo merezco.

-No quiero llamar la atención.

-La oca, el parchís y el veo veo
me desesperan.

-Nunca fui rápida en los concursos.

-Quizás es que no lo merezco.

O que el verde no sepa tan amargo como se piensa.