domingo, 12 de enero de 2014
Un comienzo.
El primer día del año. El primer paseo.
En el camino hay restos de la fiesta de ayer.
Quizás alguien aprovechó para dejar atrás aquello que ya no quería o estaba roto.
Quizás alguien perdió algo, pero no quiso volver atrás para recogerlo.
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miércoles, 25 de diciembre de 2013
¿Qué tristeza?
La tristeza no viene sola: la asisten el cansancio, la
rutina, la nostalgia.
La tristeza y la memoria se alían. La tristeza y el olvido,
también.
Es un polvo que nos cae en el rostro, que ciega los espejos,
que sepulta las señales en el borde de los caminos.
Solo un huracán nos salva de ella, cuando ponemos la cara al
viento para que se la lleve lejos.
domingo, 1 de diciembre de 2013
Canción de los avatares.
Al principio estábamos
only you and me,
pero después éramos demasiados
y la cosa se complicó.
Fue por culpa de esos avatares,
de regalo con la compra del ordenador.
Yo me enamoré del tú que mostrabas a todo el mundo,
mientras que la otra que simulaba ser yo
te sedujo vilmente, oh my love.
Nos fuimos a vivir todos juntos.
Yo me quedaba en la cama hasta muy tarde, lazy girl;
aquella se esforzaba para superarme en bondad.
Quise parecerme a esa chica que siempre hacía los deberes,
que cocinaba tan bien,
que llamaba a la compañía de seguros
y acudía a la reunión de vecinos,
que nunca dudaba de nada
porque abría su manual de instrucciones on line
y siempre tenía una respuesta.
Cuánto la querías, crazy stupid love.
Si me hubieses querido a mí tanto como a ella.
Nunca sabré cuándo te fuiste de casa
y me dejaste con ese polifacético
profesor de gimnasia que nunca hace los ejercicios,
director de cine que exprime al actor desde su silla,
fabricante de teléfonos con vasitos de yogur,
repartidor de pasteles imaginarios.
Hace tanto que no estás, yeah,
que ya no recuerdo cómo eres.
Ahora lo veo claro, my sweet honey,
si hubiéramos matado a esos intrusos,
quizás nos habríamos encontrado
en el punto del hola qué tal,
y nos habríamos gustado, o no,
o habríamos construido esa casa con palillos de dientes
que vimos en un libro ilustrado,
para decirnos después good bye,
o nos habríamos querido solo un minuto for ever.
Malditos avatares,
no más tecnología,
no more, no more.
viernes, 22 de noviembre de 2013
Aquí dentro. Compasión.
de esos caracoles,
fijados a la rama del olivo
por un cemento blanco
hecho de paciencia y saliva,
y no desertes
ni ante el borde cortante de la cáscara,
ni ante el despeñadero de nácar
donde hoy solo vive la dura luz del día.
Ponlos en la palma de mi mano,
deja que los alivien mis pestañas.
deja que los alivien mis pestañas.
lunes, 18 de noviembre de 2013
Allá lejos.
Para M.C. y A.D., a medias.
Oh, Gulliver,
préstame la distancia que hay
desde tu nariz
hasta aquel insignificante que dispara la flecha.
Oh, Reina del hormiguero,
entrégame tu pecho ciego a los golpes
de antena de tus obreras.
Oh, Satélite Mecánico
que ignoras tu fin en un cráter del desierto de Arizona,
concédeme tu empeño en seguir la ruta
y mantener la emisión sin preguntas.
Amigos, hace calor, siento frío.
Se llora cuando se está cerca.
No entiendo a mi amado, ni a mi hijo,
ni a mi amante, lloro por ellos.
Ni a la puñetera adolescente
que fui
y que ahora me escribe cartas en papel de cuadritos.
Dioses, gigantes, ingenios,
dadme un poco de vuestro
allá fuera allá lejos.
Ayer mismo escuché
a los caracoles
en el descampado
decirse a gritos que sí
podrían huir de las llamas.
sábado, 19 de octubre de 2013
Composición.
Hay un órgano en cada estómagoque acompaña al ciervo en su llamadaal caer la nochey un cristal en cada frenteal que se asoman los jóvenes que éramosesos díasy una playa de piedras en cada manoa la que volver para desenterrar una botellade la que bebimosy una manta de césped en cada rodillaque amortigua el dolor del pasoal volver a casa.
Hay una carretera en cada pechoen cuyo arcén crece algo vegetalsiempre.No digas que no somos más que polvo otra vez.
lunes, 9 de septiembre de 2013
Habitación de invitados, 7: Elena Berrocal Luna.
Sus paredes se camuflan
en el aire sucio y la desgana de los viandantes.
La casa de piedra es también de paja y de cemento
y de agua de mar.
Hay mosquitos hambrientos que obedecen a la noche.
Hay corazones de piedra, de cemento, de agua
y de mar.
Allí vivió un hombre ciego
durante cincuenta y tres años.
Estudió todos los rincones de la casa,
cada ventana,
los muebles antiguos.
Subsistió con los alimentos que aprendió a cultivar
en el pequeño huerto de la entrada,
y aprendió a contar los días
a través del tacto de sus muros.
Como un reloj de sol, sus manos
medían el recorrido de la luz
y de la sombra.
Una mañana,
el ciego despertó con el canto de un pájaro
que entró por la ventana, por primera vez.
Un pájaro huérfano, perdido, loco.
Y también http://angilafiera.blogspot.com.es/2013/02/habitacion-de-invitados-4-lidia-esteban.html
y http://angilafiera.blogspot.com.es/2011/07/la-casa-contiene-1-y-2.html
Un poema de Elena Berrocal Luna.
Una fotografía de LaFiera.
Y también http://angilafiera.blogspot.com.es/2013/02/habitacion-de-invitados-4-lidia-esteban.html
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