Real como el dolor de pierna de un amputado.
Cierto como intuición por rabillo de ojo.
Inasible como aroma de violetas.
Entero como una baldosa sepultada en el barro:
Caminando por las aceras sucias de nubes
escribo un sueño.
El contenedor de la basura
abre y cierra sus fauces
mordiendo lo oscuro,
vomitando plata líquida
en la alfombra
que ayer trajo la noche.
Me avisan unos ojos amarillos.
La llave entra en el contacto,
arranca el día,
y el sueño desaparece
fugaz como la cola de un gato mañanero.
http://issuu.com/letraskiltras/docs/girapoema2012
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