Real como el dolor de pierna de un amputado.
Cierto como intuición por rabillo de ojo.
Inasible como aroma de violetas.
Entero como una baldosa sepultada en el barro:
Caminando por las aceras sucias de nubes
escribo un sueño.
El contenedor de la basura
abre y cierra sus fauces
mordiendo lo oscuro,
vomitando plata líquida
en la alfombra
que ayer trajo la noche.
Me avisan unos ojos amarillos.
La llave entra en el contacto,
arranca el día,
y el sueño desaparece
fugaz como la cola de un gato mañanero.
http://issuu.com/letraskiltras/docs/girapoema2012
domingo, 19 de febrero de 2012
miércoles, 15 de febrero de 2012
Clasificados: Esqueletos.
¿Rascando el cielo en pos de nuevas metas?
¿Repeliendo la gota de deseo
que hace de su carne
un instrumento desafinado?
¿Cargando con el hierro de los días
como si fueran sacos de plumas?
¿Está preparado para la tarea?
Si tiene ya su pértiga afilada
y listo un paraguas desorejado…
solo necesita
¡un esqueleto poderoso!
Auténtico esqueleto vendo.
En uso.
Esqueleto resistente
disponible ya
a buen precio.
No lo dude.
(Vaya
mierda de esqueleto
que no soporta la pena
de esa nube gris en mi costado)
jueves, 2 de febrero de 2012
Morir de deseo.
A tus desórdenes, mi capitana,
pinza afilada de cangrejo violinista,
y recorta el aire en papelitos azules.
A tus desórdenes
me deshago
y me disperso hacia el naufragio.
Qué dulce el agua del mar.
Qué frío el último sol de la tarde.
jueves, 5 de enero de 2012
Año nuevo, palabras.
de aquella vez que sin más
usted soltó eso de que
“es el amor un sentimiento
(pausa)
en el que creo”.
Me lo dijo sentada en el sofá:
Dijo Un sentimiento:
No un diseño,
no una idea,
no un producto.
Dijo En el que creo:
Usted, que toma mi mano como quien recoge un pajarito,
¡cree!, y entonces
¡tachán! eso existe.
Yo soy la prueba,
me lo dice al oído
y en medio, la pausa
ensancha los efectos de sus palabras,
pues allí mismo aquella frase
apagó la tele,
hizo limpieza en casa,
ordenó los libros,
detuvo el tráfico,
liberó una manzana,
me quitó las gafas,
disparó hielo picado,
rompió las partituras
y desbordó el dique por ese muro que llaman ladrón.
Una frase
que calla, limpia, detiene, libera, organiza, dispara, destruye y desborda.
No tengo otra mejor para empezar el año,
por lo que me suscribo con gusto a la suya
Y la repito en silencio para que ande ocupada
sin acabar sus tareas.
Mientras, usted puede tomar mi mano.
lunes, 26 de diciembre de 2011
Navidad 2.
Cada navidad se repite
la pena. Cuando cree que no va a llegar, porque ya lo tiene superado, llega ese
dolor para sorprenderle como cuando era niño.
En su familia llorar era de tontos; escribir poesía suscitaba una media sonrisa; cada
palabra era merecedora de un exhaustivo análisis que ningún académico de la
lengua podría superar. Si alguien bailaba, cada movimiento era diseccionado y
candidato a un veredicto final. Cada gesto inesperado era puesto sobre la mesa de
operaciones. Amar era un verbo cursi. Los helados grandes eran de catetos;
comer mucho, una vulgaridad; mojar pan, imperdonable. Dormir, perder el tiempo.
Mostrar cariño a los de fuera, debilidad o error.
Navidad
No quieres ver cachitos
en ese charco de lágrimas.
Me rompí
y, caigo o no caigo,
cayeron plumas blancas,
y cayó el pelaje de una
loba,
y las uñas de una gata
que se clavan en el barro
y gotas de sangre frágiles como bolas navideñas.
En el agua flotan trozos
de mi cuerpo,
carne de mazapán,
crujientes peladillas.
Ya no serviría para
adornar tu salón.
No me niego el deber de
nacerme,
ni el placer de esta nueva
combinación de fragmentos.
Floto. En trozos. Aquí
estoy. Helada.
Ni siquiera entrecerrando
los ojos verás un mensaje legible.
No mires si no te gusta.
sábado, 3 de diciembre de 2011
¡Adiós, ladrones, adiós!
Tengo
una pregunta
Una
semilla ¿es un ser vivo?
(Umm…
Abrazos semilla,
sí, los conozco.
No hace falta ningún curso acelerado:
son los que arrastran
nubes cargadas de preguntas).
No todos los abrazos te regalan un cuerpo
porque no todos
suman,
palpitan
o te hablan.
Hay abrazos que ni te tocan, y aun así,
te dejan sola y abandonada de lo tuyo.
Y te conviertes en nada,
en muchas veces nada,
en tantas nadas como abrazos te han dado.
¡Adiós, ladrones, adiós!
Carteles de aviso o piedras,
todo sirve para ahuyentar a quienes
fabrican gestos
y en esa industria esconden el miedo
de que no se les quiera lo suficiente.
¡Adiós, gestores del cariño!
(Ahora
que trabajo en el campo,
planto
semillas bajo la almohada.
Oigo
un trueno, ¿toca recoger la cosecha?)
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