Para M.
Y de pronto
hubo río en ese abrazo,
choque de olas a la altura del pecho,
agua en la garganta
a la misma temperatura que el sudor.
hubo río en ese abrazo,
choque de olas a la altura del pecho,
agua en la garganta
a la misma temperatura que el sudor.
Traías lluvia de varios días.
Anoche tú
también caminabas temblando
sobre una línea recta imaginaria,
funambulista a ras de suelo,
la camisa blanca
haciendo luz sobre un pueblo a oscuras.
Anoche tú también temblabas.
sobre una línea recta imaginaria,
funambulista a ras de suelo,
la camisa blanca
haciendo luz sobre un pueblo a oscuras.
Anoche tú también temblabas.
Nos
abrazamos.
El mundo es un lecho curvo
que hace de cada paso
un atrevimiento.
Solo si cierras los ojos sabrás por dónde caminas.
El mundo es un lecho curvo
que hace de cada paso
un atrevimiento.
Solo si cierras los ojos sabrás por dónde caminas.
10 comentarios:
Río y temblor, los ecos de la noche...Un abrazo.
...de agua.
Hola, Angi. Me alegro de que te gustara Salfón. A lo mejor todavía sigue allí en París...
También a mí me han gustado tus poemas.
Un abrazo.
Un lecho curvo y húmedo esperando a los funambulistas de la vida.
Un saludo
¡Besillos, Tomás! Deseando volver a ver a Salfón :)
Un saludo, Carmela, encantada de verte por aquí.
Hola Angi, cerré los ojos y me di de bruces contra la esquina. No me vuelvo a dejar caer.
Un abrazo
El mundo es un lecho curvo ¡con esquinas!
Lo importante, creo, es el atrevimiento de andar por él. Tu comentario me hace pensar: acerca de ir protegidas, sobre la necesidad de ser fuertes, si ir con los ojos cerrados es andar a ciegas, si se va a ciegas porque andamos guiados por los ojos de otros, sobre las líneas rectas y las líneas curvas en nuestros caminos... En fin... Que gracias, Marcela, por la interlocución.
Cerrar los ojos y confiar-se. Me llegó mucho tu poema.Un beso
Gracias, Fiorella, re-bienvenida, te echaba de menos. ¡Pero veo que te has puesto al día! Un beso
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