lunes, 17 de septiembre de 2012

Abrazo de agua.





Para M.
Y de pronto
hubo río en ese abrazo,
choque de olas a la altura del pecho,
agua en la garganta
a la misma temperatura que el sudor.

Traías lluvia de varios días.


Anoche tú también caminabas temblando
sobre una línea recta imaginaria,
funambulista a ras de suelo,
la camisa blanca
haciendo luz sobre un pueblo a oscuras.
Anoche tú también temblabas.


Nos abrazamos.
El mundo es un lecho curvo
que hace de cada paso
un atrevimiento.
Solo si cierras los ojos sabrás por dónde caminas.


10 comentarios:

Darío dijo...

Río y temblor, los ecos de la noche...Un abrazo.

Angi La Fiera dijo...

...de agua.

Tomás Serrano dijo...

Hola, Angi. Me alegro de que te gustara Salfón. A lo mejor todavía sigue allí en París...
También a mí me han gustado tus poemas.
Un abrazo.

Carmela dijo...

Un lecho curvo y húmedo esperando a los funambulistas de la vida.
Un saludo

Angi La Fiera dijo...

¡Besillos, Tomás! Deseando volver a ver a Salfón :)

Angi La Fiera dijo...

Un saludo, Carmela, encantada de verte por aquí.

marcela dijo...

Hola Angi, cerré los ojos y me di de bruces contra la esquina. No me vuelvo a dejar caer.
Un abrazo

Angi La Fiera dijo...

El mundo es un lecho curvo ¡con esquinas!
Lo importante, creo, es el atrevimiento de andar por él. Tu comentario me hace pensar: acerca de ir protegidas, sobre la necesidad de ser fuertes, si ir con los ojos cerrados es andar a ciegas, si se va a ciegas porque andamos guiados por los ojos de otros, sobre las líneas rectas y las líneas curvas en nuestros caminos... En fin... Que gracias, Marcela, por la interlocución.

fiorella dijo...

Cerrar los ojos y confiar-se. Me llegó mucho tu poema.Un beso

Angi La Fiera dijo...

Gracias, Fiorella, re-bienvenida, te echaba de menos. ¡Pero veo que te has puesto al día! Un beso