Para Rosario.
Como dice Lidia, las palabras no ocurren.
Como dice Lidia, las palabras no ocurren.
Cuando me diste el diccionario,
pensé que era un gran invento.
Pero te digo perdón
y tú me devuelves
un saco de monedas
fuera de curso.
Te digo perdón
y me muestras un vestido
demasiado pequeño.
Te digo perdón
y dices que no entiendes
la escritura del caracol sobre la arena seca.
Si perdón no te vale,
dime qué hago,
que muerda las monedas
o que eche el trajecito al fuego.
Que cierre la boca
o que organice carreras de caracoles.
Si perdón no te vale,
mejor te devuelvo el diccionario.
3 comentarios:
Eso, aparte de nada, qué se puede hacer cuando perdón no vale...
Sobre todo, qué se puede decir. Es verdad que la palabra cura, pero es que algunas palabras están sobrevaloradas.
Cuando el perdón, no vale, poco más se puede hacer. Ya es cuestión de la otra persona.
Un beso, Angi.
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