viernes, 12 de octubre de 2012

Cuento popular.



Y ahora el padrino, ¿dónde lo hallaremos? 
Sale un ratón detrás de un molino:
“Hagan las bodas, yo seré el padrino”.
Estando en la boda bebiéndose el vino
llegó un gato negro y se llevó al padrino.

Las bodas del piojo y la pulga. Cuento popular.


Una pareja entra en escena.
Ella, rubia de bote; él, moreno alquitrán.
Ropa de diario, dedos grises de recoger colillas, cicatrices que no se reflejan en los escaparates.
Siempre a mil kilómetros del glamur, animales de descampado, han hecho un largo viaje por las calles de su barrio hasta llegar a esa oficina en la segunda planta.

Ella (a bocajarro): Vendremos a casarnos el sábado.
Voz entrecortada que rasga el papel de citas y aliento a tabaco y cerveza que tuerce el gesto de los funcionarios.
Ella (Sin perdices y sin que suene a pareado): Mañana pagamos: el padrino está lejos y él es quien tiene la pasta. 

Él (sonríe grande): 

Guiño a la señorita que toma nota. Parece que van a irse.
Ella (a la funcionaria, metiendo la cabeza en el despacho): No nos borres de la lista, que seguro que venimos.

Qué vida esta, 
como una obra de malos y peores 
donde cada cual interpreta a muerte 
su momento de gloria o esperanza.

viernes, 5 de octubre de 2012

Tiempo suspendido.





Cuando el tiempo se suspende
no hay principio ni fin, solo el vuelo perpetuo.
                                                                        Peter Sís: El coloquio de los pájaros.



Hoy es lunes.
Nuestros dedos siguen un garabato
impreso en el calendario
con rotulador de punta gruesa.
Los meses son el rastro del Circular 1, ese autobús;
y los días, la huella de un cochecito de carrusel
desde el que vemos
la playa, el puerto, el bloque de pisos, la carretera,
la playa, el puerto, el bloque de pisos, la carretera…
La mano que dice hola y adiós.

Hoy siempre es lunes.
Hoy es todos los días.
Seguimos la marca de norias y circuitos.
Cintas transportadoras de almas,
artefactos que nos conducen
desde aquí hasta el mismo sitio
cada jornada
mientras nos hacemos viejos.

Solo si cerramos los ojos
y levantamos la cabeza
veremos detrás de los párpados,
por un segundo, el hilo brillante
que anuda los corazones de las aves,
los esfuerzos de unas
al amor de las otras,
mientras se alejan en bandada.


  

lunes, 17 de septiembre de 2012

Abrazo de agua.





Para M.
Y de pronto
hubo río en ese abrazo,
choque de olas a la altura del pecho,
agua en la garganta
a la misma temperatura que el sudor.

Traías lluvia de varios días.


Anoche tú también caminabas temblando
sobre una línea recta imaginaria,
funambulista a ras de suelo,
la camisa blanca
haciendo luz sobre un pueblo a oscuras.
Anoche tú también temblabas.


Nos abrazamos.
El mundo es un lecho curvo
que hace de cada paso
un atrevimiento.
Solo si cierras los ojos sabrás por dónde caminas.


martes, 11 de septiembre de 2012

Gesto invisible.




El tren empuja
una palmada de aire fresco 
tan leve que solo alza 
semillas de hilos transparentes,
gesto invisible
que declara el final del verano.

De pie en el andén
deseas que suceda algo bueno.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Esos pájaros salvajes.


El día es largo,
mi ropa tejida con espinos,
no te rías,
todo el día con la misma ropa,
solo quiero llegar a casa
y te juro que camino hacia delante
mientras esos pájaros raros
en los parques de la ciudad,

(cómo te explico,
no sé si los has visto,
hay miles en La Alameda,
son de colores limón,
si comparas, las palomas son aburridas
y tímidos los gorriones,
esos pájaros salvajes
aunque nacieran de huevo cautivo,
libres por un descuido de sus dueños,
esos pájaros que hacen nidos en las acacias
y se portan como si fueran de aquí de toda la vida)

pues ya te he dicho que yo solo quiero llegar a casa,
los oigo chillar ocupados
al vuelo en sus tareas,
subo la vista
y tiran del hilo atado a mi dedo anular 
desde aquel último globo 
que voló por los aires,
esos pájaros me destejen el vestido 
y las bragas,
no te rías,
hilo de color,
materia suspendida que nubla la escena,
ojos cegados,
mi alma que se disipa en la copa del árbol,
ya no tengo que volver a casa,
vámonos donde tú quieras.

viernes, 24 de agosto de 2012

Collage.


Mensajes escritos con tinta de limón.
Cartas, fotografías, palabras.
No hacen más que levantar sospechas
sobre cuánto de lo mío ha devorado el olvido.


Escupe, escupe esos trozos de vida que engulles,
camaleón de lengua avariciosa,
escúpelos y sigue tu lento camino.
Deja que yo me siente a comer en la orilla
y decida qué hechos me alimentan,
qué parte dejaré a las moscas y al viento
y cuáles guardaré para mañana.
En mi estado
debo cuidar la dieta.

Ojalá revientes.
Con los restos de tu estómago viscoso
montaré un bonito collage.

jueves, 16 de agosto de 2012

Salto.



a lo tonto
se sueltan de la barandilla
cierran los ojos
saltan juntas
las faldas volando sobre sus cabezas
las melenas peinando nubes
ellas dos puntos en el mapa
chinchetas de colores
en un prado de papel extendido
caen sobre una sábana
aire entre los dedos
música azul de fondo

y los insectos dejan de masticar hojas
para mirar como se besan